miércoles, 29 de julio de 2015

¿LIBERALISMO CRISTIANO? (Primera Parte)

Liberalismo Cristiano

Debido a la clase de Cristianismo presente en la actualidad, se me ha hecho vital el resaltar lo que sucede cuando se es permisivo con la inclusión de métodos humanos y mundanos para dar una supuesta ayuda para el avance del reino de Dios, mostrándonos así, lo firmes que debemos ser en la actualidad con tantas nuevas revelaciones y practicas extra bíblicas que desechan la biblia y su autoridad. También, quise tratar el tema de como la teología liberal ha atacado y menospreciado la autoridad Bíblica por medio de una ofensiva hacia las doctrinas insignias y fundamentales del Cristianismo de todos los tiempos, sumándole un menosprecio por las creencias Históricas fundamentadas en las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo y sus Apóstoles, tildándolas de anticuadas y retrogradas, debido a que estas no están acordes con la cambiante ciencia humana. 

Sin mas preámbulos, demos un vistazo antes de adentrarnos de este viaje sobre el liberalismo presente en el cristianismo actual.


BREVE RESEÑA SOBRE EL LIBERALISMO


Después de la ardua (y hasta sangrienta) lucha librada por los reformadores en el siglo XVI para llevar al cristianismo de nuevo a la Escritura y devolverle a la teología su mayor pilar, tristemente llegó el mal llamado siglo de las Luces, el cual, recibió su nombre como consecuencia del surgimiento de un movimiento cultural e intelectual (en Europa principalmente, pero también en toda América) llamado ilustración. Este movimiento se desarrolló desde fines del siglo XVII y fue denominado de esta manera porque pretendía “eliminar la oscuridad de la humanidad” mediante la luz que ofrece la razón.


El problema con la ilustración como nueva revolución intelectual era que pretendía buscar la verdad plena en un lugar donde nunca iba a encontrarla o como bien lo expresa Molher: “buscaba encontrar la verdad pero creyendo que la verdad se encuentra en nosotros, convirtiéndonos así en contenedores de la verdad y desechando a Dios como fuente de esta, apartándose así mismo de la biblia como la única fuente de la verdad y autoridad”[1].


Como era de esperarse, al darle un lugar tan prominente a la razón, ésta comenzó a tomarse un poder y atribución que no le correspondía, llevando así a la Iglesia a caer en las manos del liberalismo Teológico, el cual no era más que una filosofía religiosa disfrazada de cristianismo que exponía que el evangelio puede tener sentido si nosotros se lo damos. Este pensamiento claramente se ve expresado en las palabras de Friedrich Schleiermacher al decir que “así alguien no creyera en todas las doctrinas fundamentales del Cristianismo, no importaba porque podía simplemente tomarlas como algo con riqueza moral y que podía añadir algo bueno a la vida”[1] .


Esto claramente no es cierto, mas ciertamente es muy herético, porque el evangelio de nuestro Señor Jesucristo es algo dado por Dios como un regalo y nunca podremos acceder a estas buenas noticias por nuestros propios medios, porque estamos incapacitados para hacerlo ya que somos esclavos del pecado (Jn. 8:34), estamos ciegos (1 Cor. 2:14) y muertos espiritualmente (Rom. 5:12); más bien, como bien lo decía Machen: “el evangelio no es algo que hacemos sino algo que Dios hizo por nosotros en Cristo.”[3]


Por esto no debemos dudar en decir, que el liberalismo es un intento absurdo y patético (aunque nació de buenas intenciones) de “salvar a la Biblia” de las consecuencias de la ilustración, por medio de la percepción errada de que “la autoridad de Dios se expresa directamente en el sujeto y viene transmitida a través de algunas de las facultades del alma humana: la razón, los sentimientos, o la conciencia”.[4] Esta clase de teología comenzó en Alemania, en donde se dejó atrás las cosas sobrenaturales de la Biblia y sus requerimientos para obtener el valor moral contenido en la Biblia y así poder aplicarlo en el mundo real.


Luego, surgió la llamada desmitologización de alguien llamado Rudolf Bultman, en donde empezó descartar los milagros para, según él, buscar como le encontramos un sentido o uso a estos para vida actual, ya que este hombre expresaba que esta desmitologización se convierte en una condición previa necesaria para llegar a una comprensión racional del evangelio, y aunque esos pensamientos no se popularizaron en su momento, tiempo después pastores que estudiaron en esa universidad donde enseñaba Bultman aprendieron eso y lo enseñaron al pueblo.[1]


Como lo mencionaba anteriormente, los liberales no pensaban en destruir el cristianismo sino que querían “defenderlo”, pero poco a poco, fueron quitando cosas de la Biblia sin quedar con mucho, llegando a poner en tela de juicio la doctrina divina de la inerrancia bíblica, llevándolos a alterar la definición de inspiración divina casi que redefiniéndola, diciendo que la Biblia solo eran pensamientos anacrónicos de hombres antiguos con pensamientos primitivos acerca de la religión.


Ya en EEUU los modernistas (o liberales) pensaban que el cristianismo debían reestructurarlo al mundo de hoy, pero gracias a Dios y su perfecta providencia, se levantaron hermanos que escribieron libros con los fundamentos del cristianismo en contra del modernismo (posteriormente se les llamó de manera despectiva: los fundamentalistas). Como era de esperarse, los liberales al retirar lo sobrenatural de la Biblia y lo que no concordaba con la ciencia y la racionalidad de la época, terminaron atacando los fundamentos del Cristianismo “como la inerrancia de la biblia, el nacimiento virginal de Cristo, la expiación vicaria sustitutiva de Cristo para satisfacer la justicia divina, la resurrección física de Cristo y los milagros de nuestro Señor Jesucristo”[6].


Después de este momento, de entre los fundamentalistas que se opusieron a toda esta mentira, surgió un hombre de Dios llamado Gresham Machen que se opuso a los liberales diciendo que era un falso cristianismo enfrentándolos en el seminario de Princeton; aunque tristemente los liberales ganaron la batalla por que habían tomado el control de la facultad, Machen salió y creó el seminario teológico de Westminster.[1]

Seguiremos entonces en nuestro próximo articulo analizando este interesante tema. 


Anthony Molina Torres.
Diácono
Estudiante de Licenciatura en Teología
Seminario Reformado Latinoamericano
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[1 ] Albert Mohler, La Controversia Entre el Fundamentalismo y el Modernismo (Rep. Dominicana: conferencia Por su Causa, 2013)
[3] Gresham Machen, Cristianismo y Liberalismo (Guadalupe, Costa Rica: CLIR, 2013), p.7
[4] José Grau, Introducción a la Teología (Barcelona: Clie, 2008), p. 37.
[6] Gresham Machen, Cristianismo y Liberalismo (Guadalupe, Costa Rica: CLIR, 2013), P. 15


1 comentario:

  1. Que necesario es que todo cristiano tenga conocimiento de los ataques que ha sufrido el cristianismo a lo largo de la historia. Este de la teología liberal se constituye en una de las mas grandes afrentas contra la sana doctrina. Machen lo expreso claramente: “El cristiano no puede sentirse satisfecho en tanto que alguna actividad humana se encuentre en oposición al cristianismo o desconectada totalmente del mismo. No hay deber más urgente que el de dominar el pensamiento del mundo con objeto de convertirlo en un instrumento de la verdad en lugar de un instrumento del error”.

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