lunes, 3 de agosto de 2015

¿LIBERALISMO CRISTIANO? (Segunda Parte)

liberalismo


LIBERALISMO FRENTE A LAS ESCRITURAS.


Como cristianos verdaderos, debemos tener la convicción clara y firme de que la Biblia es la revelación perfecta y plena de Dios y su plan eterno, el cual nos abre un camino que permite relacionarnos con El a través del sacrificio del Hijo Eterno que fue ofrecido como sacrificio por nuestros pecados, y esta convicción, de entrada, va en total oposición a la teología liberal puesto que ésta “ha perdido de vista las dos grandes presuposiciones del mensaje cristiano: el Dios Vivo, y la realidad del pecado.”[1]


Por lo tanto, aunque es cierto que nuestra salvación sí depende de un hecho del pasado, las consecuencias de este hecho permanecen hasta hoy y permanecerán para siempre; y ¿Por qué menciono esto? La teología liberal ataca directamente al cristianismo puesto que (según ellos) se aferra a una idea de antaño, que para ellos es retrógrada y primitiva, debido a que una creencia de vida eterna basada en hechos históricos y sobrenaturales es algo ridículo y arcaico; Bien lo expresaría Machen; “el historicismo, que aplicado a la biblia significaba que esta no era la palabra de Dios para el Hombre sino las palabras del hombre con respecto a Dios, fue lo que origino el liberalismo o modernismo, neo-ortodoxia y postmodernismo, dando la idea de que todo es producto del tiempo y el espacio de modo que no hay verdades universales ni invariables.”[2]


Sumado a esto, los liberales creen al igual que los naturalistas, que toda religión podrá alcanzar la reconciliación con Dios porque estas tienen muchas ideas del cristianismo, pero a estos hombres se les olvida que “no habría cristianismo en esas otras religiones, porque el cristianismo depende no de un complejo de ideas, sino de la narración de un evento.”[3]


Con respecto al liberalismo y nuestra base, guía y alimento espiritual: La Sagrada Biblia, debemos decir que solo por la gracia de Dios y su plan eterno, las Escrituras no terminaron siendo un puñado de páginas moralistas sin los hechos sobrenaturales que fundamentan nuestra creencia. Esto, debido a que el liberalismo ataco todo cimiento cristiano que no estuviera acorde con la razón y ciencia de la época (que por cierto no dista mucho de lo que quiere hacer en la actualidad la sociedad post-moderna con la Biblia), haciendo ceder la teología ortodoxa, ante la seductora filosofía religiosa liberal que pretende cimentar como verdad su razonamiento de que nosotros tenemos la facultad de ser jueces de lo que es plenamente verdad, por el uso de nuestras facultades cognitivas. No hay nada más tentador para el hombre natural que este pensamiento.


Por lo tanto, no hay nada más peligroso para la religión cristiana que la teología liberal, puesto que ésta procura establecer que el trato a la Biblia no debe ser diferente al que se le da a cualquier otro libro humano (inclusive hasta estudiarlo de la misma manera), en el que hay que rechazar todo lo sobrenatural, porque “los milagros no pueden aceptarse científicamente, y las doctrinas del pecado, la expiación, la Trinidad, etc., deben ser desechadas porque no encajan con el sistema racionalista que se ha impuesto la teología liberal.”[4]


La teología liberal también es muestra de la permisibilidad de la iglesia ortodoxa con las cosas del mundo, puesto que terminó siendo influenciada por la filosofía de Hegel y las teorías de Darwin, concluyendo entre sus doctrinas, que “el cristianismo es consecuencia de una evolución religiosa de los pueblos”[5], como si la superstición y el paganismo se hubieran perfeccionado y evolucionado hasta culminar en nuestra revelación particular que es la Biblia.


La teología liberal se ufana de saber con sus razonamientos lo que es correcto a los ojos de Dios, considerándose a sí mismos como jueces y generadores de la verdad. Como bien lo dijo Guillermo Green: “Los liberales siempre nos dicen lo que Cristo hubiera hecho, porque no les importa lo que Jesús hizo. El liberalismo nos dice lo que Jesús hubiera dicho, pero nunca nos dirá lo que Jesús, el Jesús histórico, dijo, porque desechan las Escrituras como revelación divina de un Dios que se ha revelado a la humanidad por medio de nuestro Señor Jesucristo.”[6]  Por esta razón es que la teología liberal debe enfrentarse con fuerza y firmeza, porque esta (así no lo diga abiertamente) rechaza y reduce a la biblia a un conjunto de normas morales que simplemente debemos tener en cuenta para poder relacionarnos con Dios, y digo que la teología liberal no cree en la Biblia, porque esta “rechaza toda actividad trascendente y milagrosa de Dios, desechando al mismo tiempo toda doctrina sobrenatural acerca de la inspiración y la Revelación.”[7]


Precisamente, como la teología liberal ha desechado todo hecho y doctrina sobrenatural de la Biblia, la inspiración plenaria de la Biblia no tiene sentido para ellos, porque no pueden concebir con su razón y ciencia que la Biblia no es solamente un relato de cosas importantes (moralmente hablando) y que los escritores han sido preservados de error, a pesar de conservar todos sus hábitos de pensamiento y expresión, de modo que el Libro resultante es “la infalible regla de fe y conducta.[8]


También hay que tener mucho cuidado con la apariencia de piedad que caracteriza a esta clase de teólogos, porque además de que usan la misma jerga cristiana, dicen que si desmitifican la Biblia, lo que están haciendo es reemplazando la autoridad de una Biblia con errores de hombres, y cosas mitológicas, por la autoridad de Cristo. No hay nada más lejos de la realidad que estas declaraciones de los teólogos liberales, puesto que en la práctica, nunca habrá un sometimiento pleno y humilde a Cristo, porque el liberal “Ciertamente no acepta las palabras de Jesús tal y como están registradas en los Evangelios. Ya que entre las palabras registradas de Jesús se encuentran justamente esas cosas que son más repugnantes para la iglesia liberal moderna, y en sus palabras registradas Jesús también apunta hacia la revelación más completa que sería entregada después a través de sus apóstoles. 

Por lo tanto, evidentemente, las palabras de Jesús que serán consideradas como autoritativas por el liberalismo moderno deben primero ser seleccionadas de entre la masa de palabras registradas a través de un proceso ético.”[9]


Anthony Molina Torres.
Diácono
Estudiante de Licenciatura en Teología
Seminario Reformado Latinoamericano
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[1] Gresham Machen, Cristianismo y Liberalismo (Guadalupe, Costa Rica: CLIR, 2013), P. 105 
[2] Gresham Machen, Cristianismo y Liberalismo (Guadalupe, Costa Rica: CLIR, 2013), P. 12 
[3] Gresham Machen, Cristianismo y Liberalismo (Guadalupe, Costa Rica: CLIR, 2013), P. 107 
[4] José Grau, Introducción a la Teología (Barcelona: Clie, 2008), p. 204 
[5] José Grau, Introducción a la Teología (Barcelona: Clie, 2008), p. 205 
[6] Guillermo Green, Cristianismo vs Liberalismo (costa Rica: Conferencias, 2014) 
[7] José Grau, Introducción a la Teología (Barcelona: Clie, 2008), p. 204 
[8] Gresham Machen, Cristianismo y Liberalismo (Guadalupe, Costa Rica: CLIR, 2013), P. 110 
[9] Gresham Machen, Cristianismo y Liberalismo (Guadalupe, Costa Rica: CLIR, 2013), P. 115

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