POEMA A UN AMIGO INCONVERSO

Hola, amigo.

Sé que parecerá raro escribir sin motivo,
Pero hoy he despertado y me siento intranquilo.
Estoy desconsolado y también abatido
Porque he despertado y luego pensado
En qué sería de ti si ya no tuvieras respiro.

Cuando lo he meditado, me he encontrado
Que aun siendo amigos nunca te he predicado
Del Dios que da vida a todo ser muerto
Que rinde su vida a Su Hijo Amado.

Te digo, mi amigo, no te creas tan bueno,
Que ningún mandamiento cumplirás por completo.
Y Si faltas a alguno, te digo seguro:
Delante del Santo justo no hay ninguno.

Sin Cristo no hay nada. Somos como muertos,
Un perro sin amo, un esclavo sin dueño.
Somos como hoguera sin fuego y sin leña,
Como mano extendida en medio del desierto,

Somos como una coma a la que no sigue nada,
Como una mazmorra con algún crucifijo.
Pero hoy te digo que hay esperanza.
Cristo es el Camino y no existe más nada.

Llegó el hasta luego, y sigo esperando
(Pero quiero que sepas que por ti sigo orando)
Aquella respuesta que digas con gozo:
Hoy creo sin duda que en Cristo hay reposo.

Anthony Molina Torres.

Diácono

Estudiante de Licenciatura en Teología

Seminario Reformado Latinoamericano