Una de las características más sobresalientes de las iglesias cristianas contemporáneas es que estas sustentan su profesión de fe en un conjunto de prácticas y resultados, en vez de basar esta en el contenido Escritural. Muestra de esta condición espiritual se manifiesta
en el hecho de que no tienen, ni tampoco les interesa, tener un conocimiento más
profundo de las Escrituras debido a que consideran que estos temas son para
“personas especiales” que tienen ese “don de maestros o de pastores”. Esta clase de pensamiento no puede estar más lejos de la realidad, pues claramente, un conocimiento más
profundo de la doctrina bíblica nos llevara a convicciones más fuertes y
robustas que a la larga se deberá ver reflejada en una vida de santidad, por lo
que crecer en este conocimiento debería ser un propósito para todo creyente, ya
sea recién nacido de nuevo, o si lleva muchos años en el evangelio.
viernes, 10 de julio de 2020
La Justificación: Catolicismo Vs protestantismo
miércoles, 1 de julio de 2020
El Llamado a la Defensa de la Fe: Un Estudio a la Epístola de Judas
La iglesia del siglo XXI sufre de una muy grave
enfermedad. Los cristianos de la actualidad desconocen, en su mayoría, las
raíces de la fe que dicen profesar. El cristianismo de la actualidad es uno
novedoso y casi sin ningún tipo de exigencias, de hecho, el cristianismo de
occidente es uno totalmente distinto al cristianismo en oriente. Este mal
procede por el énfasis distorsionado en la tolerancia y el amor, lo que ha
conllevado a que el cristiano tenga que aceptar las otras creencias sin el
deber de juzgar sus fundamentos o consecuencias.
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